viernes, 16 de septiembre de 2011

.-.-.-.-.Carta a Euterpe.-.-.-.-.

CARTA A EUTERPE
 
Inmortal Diosa, cuna de la fantasía
amante de la belleza, favorita de Dios.
colmaos de tu infinita gracia y hacedme delirar con tu voz
divina musa que enamora en todos los polos, en todos los cielos
en todos los infiernos, que con dulzura puede acallar a la bestia más dura,
que con pasión puede encender hasta el alma más ecuánime, más glacial,
que con su compás puede dirigir las olas del mar, silenciar y gritar.
Diosa eterna de mil muertes, que vives en cada alma, que penetras en cada rincón,
en cada hueso, entras y sales a tu antojo siempre provocando nuevas emociones,
jamás sentiré el abrigo de la soledad mientras tu manto en mis oídos toqué las fibras de la razón,
jamás sentiré a la muerte gélida mientras tu timbre haga latir mi corazón,
oh! música, te amo más que a nada por hacerme sentir vivo, te ofrendo mi alma, te regalo mi voz.




A los Libertinos.

Voluptuosos de todas las edades Y de todos los sexos, a vosotros solos ofrezco esta
obra: nutríos de sus principios, que favorecen vuestras pasiones; esas pasiones,
de las que fríos e insulsos moralistas os hacen asustaros, no son sino los medíos
que la naturaleza emplea para hacer alcanzar al hombre los designios que sobre él
tiene; escuchad sólo esas pasiones deliciosas, su órgano es el único que debe conduciros
a la felicidad.
Mujeres lúbricas, que la voluptuosa Saint Ange sea vuestro modelo; a ejemplo suyo
despreciad cuanto contraría las leyes divinas del placer, que la encadenaron toda
su vida.
Muchachas demasiado tiempo contenidas en las ataduras absurdas y peligrosas
de una virtud fantástica y de una religión repugnante, imitad a la ardiente Eugenia;
destruid, pisotead, con tanta rapidez como ella, todos los preceptos ridículos inculcados
por imbéciles padres.
Y a vosotros, amables disolutos, vosotros que desde vuestra juventud no tenéis
más freno que vuestros deseos ni otras leyes que vuestros caprichos, que el cínico
Dolmancé os sirva de ejemplo; id tan lejos como él si como él queréis recorrer todos
los caminos de flores que la lubricidad os prepara; a enseñanza suya, convenceos
de que sólo ampliando la esfera de sus gustos y de sus fantasías y sacrificando todo a
la voluptuosidad es como el desgraciado individuo conocido bajo el nombre de hombre y
arrojado a pesar suyo sobre este triste universo, puede lograr sembrar algunas rosas en
las espinas de la vida.

Marqués de Sade

domingo, 28 de agosto de 2011

Instrucciones para amar a una persona. Cortázar

Pósese justo frente a la persona que se quiere amar. Mírela a los ojos, sonría delicadamente, no exagere.Haga lento el abrir y cerrar de ojos: baje lentamente los párpados, súbalos de igual forma. Así durante todo el procedimiento.
Tome lentamente su cara y acérquela a la propia; inmediatamente verá la fusión de labios. Con suavidad, abra la boca y mezcle las lenguas, manteniendo las manos sobre la cara. Luego de algunos segundos sentirá una reacción química que liberará energía calórica, pero no se precipite, prosiga con las instrucciones.Tranquilamente aparte las manos de la cara del ser amado, deslizándolas suavemente por los hombros hacia abajo, hasta llegar a la espalda. Abrazar fuerte. Continúe con los procedimientos anteriores, verá que no experimentará ninguna dificultad para realizar estos pasos al mismo tiempo. Relaje las piernas y los brazos, sosténgase de pie sobre la persona que se quiere amar, verá que es el mejor soporte posible.
Apague o disminuya la luz, el ambiente será más tranquilo. Aproxímese a una cama, preferentemente hecha sólo de sábanas. No se preocupe por las almohadas, sus propios torsos cumplirán esa función perfectamente. No se apresure, póngase, despacio, en posición horizontal, guíe al amado a ponerse en la misma posición, de manera que los dos queden acostados y de costado, mirándose una vez más. No deje nunca de abrazar.
En silencio, recuéstese sobre el torso ajeno y déjese reposar un buen rato. La oscuridad le dará una sensación muy pacífica de la realidad y limitando la visión y el oído, podrá disfrutar de los sentidos que suelen dejarse relegados: el tacto, el olor, el gusto. Mantenga el abrazo, pero no se quede dormido, el sueño bien podrá experimentarse despierto.
Admirar todo lo que guste, deleitarse con las más inocentes excusas, detener el tiempo mientras se ve a la persona amada hacer algo tan simple como hablar, fruncir el ceño o jugar infantil y tiernamente con un peluche. Agregue dulzura a gusto.Añada sonrisas, payasadas y bromas (las lágrimas no hacen mal si están medidas en proporción y están bien batidas con amor), regalos insignificantes como un beso en un momento inesperado o un papel escrito a las apuradas. Pueden ser valorados más que una joya.
Consejo: las caricias y besos extras a lo largo de todo el procedimiento producirá un mejor efecto y mejor resultado. No olvide las miradas. Secreto: Esta receta es especial para noches de lluvia; el sonido de las gotas rompiendo el silencio conforma una atmósfera imperdible.